El sendero circular de Elorriaga SL-Gi 5002, transcurre por el paisaje de campiña del Geoparque de la Costa Vasca y se acerca a uno de los balcones más amplios y espectaculares de toda la costa: el MIRADOR DE BARATZAZARRAK.
Allí, las campas se cortan de repente y a nuestros pies se abren
acantilados de más de cien metros de altura, que ofrecen una panorámica
excelente sobre la gran rasa mareal, la ensenada de Aitzuri y los enormes
acantilados de Pikote y al fondo, el saliente en el que se asienta la Ermita de San Telmo, Zumaia.
Un mirador privilegiado sobre los grandes desprendimientos de Pikote y el sector oriental del biotopo. Se pueden observar también las cuatro grandes unidades paisajísticas y ecosistemas del biotopo: el mundo submarino, la rasa mareal, los acantilados y la campiña atlántica.
El Geoparque de la Costa Vasca contiene uno de los libros más
maravillosos jamás escritos. Sus páginas se formaron debajo del mar y hoy,
capa a capa, forman un libro continuo de más de 13 kilómetros de acantilados
donde los geólogos pueden leer más de 60 millones de años consecutivos
de la historia de la Tierra. La gran extinción de los dinosaurios,
acaecida al final del Cretácico, o el gran calentamiento climático del
inicio del Eoceno son algunos de los momentos críticos que nos ofrece la
historia escrita en estas rocas.
Durante la bajamar (lamentablemente la marea estaba alta), la rasa mareal nos muestra sus espectaculares
formaciones de FLYSCH, estructuras
sedimentarias, a veces verticales, en las que a modo de gigantescas
"milhojas", se alternan capas duras (calizas y areniscas) y blandas
(margas y rocas arcillosas).
Foto de: https://www.deba.eus/es/turismo/recorridos-1/mirador-de-elorriaga |
Foto de: http://www.basquecountrymagazine.com/es/flysch |
foto de: https://www.traveler.es/naturaleza/articulos/flysch-costa-pais-vasco-visitar/13735 |
La línea de montañas del interior del geoparque permite imaginar el
frente de un arrecife coralino. Hace aproximádamente 110 millones de años, la
cuenca vasca estaba sumergida bajo un mar tropical, compuesto por plataformas
de poca profundidad, separadas por surcos y cuencas más profundas. En las zonas
más someras, se formaban arrecifes coralinos que hoy, convertidos en dura roca
caliza, forman las montañas del geoparque.
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